miércoles, 13 de febrero de 2013

“Le robé a un vecino unos casetes viejos de los Beatles.


“Le robé a un vecino unos casetes viejos de los Beatles. Aunque él preguntaba por ellos, yo no se los di –cuenta Cirerol–. La primera canción que me conmovió es una instrumental que grabaron con Tony Sheridan, Cry for a Shadow ¡Esa rola me fascinó!”.

De Mexicali, esa tierra algodonera de la que dice “hay muchas pistolas y balas y más pistolas”, el cantante salió a buscar fortuna... o lo que fuera. No cuenta detalles, pero al parecer rodó tocando por todos los teibols (griles) y bares de carretera que encontró.






¿Cómo describirla?


“Gracias a que no sé tocar bien la norteña, ni el blues ni el country, tuve que sacar mi propio estilo a como Dios me diera a entender. También porque no me gusta trabajar... en nada. Mi única ilusión era tener chicas y alcohol, no trabajo. Ese era el génesis de mi música”, afirma.

¿Cómo describirla? Según explica, en lo que hace se encuentran los Beatles con la juerga de los Xochimilcas (que cantaban el swing ranchero Que se mueran los feos, y que escuchaba con su padre), y los corridos sierreños de Chalino Sánchez y el Tigrillo Palma, esos que se toman fotos con pistolas Colt 45.